Segundo día por tierras zamoranas, padeciendo lo que habitualmente se llama buen tiempo y que en la práctica es muuuuucho calor.
Empezamos el día con una marcha de senderismo que nos llevó por los bosques de robles que rodean el lago. Por momentos caminando por el interior de las arboledas, mientras que en otros momentos, salíamos a la superficie y podíamos disfrutar de la maravillosa vista del lago.
Caminando, caminando, llegamos a nuestro siguiente destino: un picadero donde nos esperaban unos caballos que, todo hay que decirlo, se portaron muy bien con sus poco experimentados jinetes, a los que llevaron a dar un paseo por los campos cercanos. Podemos poner algunas fotos, aunque afortundamente el olor no quedará reflejado.
También desde allí, pudimos hacer una ruta en bici de montaña, aunque parece que nuestros jóvenes urbanitas no son de usar mucho las dos ruedas, porque a la mayoría les costaba... ¡Bastante!
Por último, ya después de comer, nos fuimos a conocer Puebla de Sanabria. Un bonito paseo, aunque con demasiado calor.
Después, vuelta al albergue. Quedan por delante, ducha, cena y algunas cosillas más antes de retirarse a descansar.
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